El
metro iba atestado. Con una mano sostenía el libro mientras con la
otra intentaba agarrarse a una barra. Leyó: “ El proletariado
necesita el poder del Estado, organización centralizada de la
fuerza, organización de la violencia, tanto para aplastar la
resistencia de los explotadores como para dirigir
a la enorme masa de la población”.
Los que habían conseguido asiento se entretenían con el móvil:
colorines de videojuego o el azul corporativo de Facebook. Continuó:
“El marxismo educa a la vanguardia del proletariado,
vanguardia capaz de tomar el poder y de conducir a todo el
pueblo al socialismo, de dirigir y organizar el nuevo
régimen, de ser el maestro, el dirigente, el jefe de todos los
trabajadores y explotados”.
Le distrajo una mujer musulmana que intentaba entrar con un carrito
de bebé.
Lenin,
El Estado y la
revolución, Alianza
Editorial (introducción de Jesús de Andrés)
2 comentarios:
Creo que la ciudadanía está preparada para el cooperativismo y la colaboración entre redes de comunidades. Son las corporaciones las que necesitan el instrumento del estado, para controlar el nivel de esclavitud de los ciudadanos.
Ojalá tengas razón.
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