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19/4/17

Paul Auster visita al señor Hobbes

En aquel tiempo Paul Auster era más prestigioso que conocido. Era, además, el escritor más molón a la hora de promocionarse. Así que decidí dejar de remolonear y comprobar si sus libros estaban a la altura. Empecé con Leviatán, una novela sobre el poder y el Estado. Comparte tema y título con la obra de Thomas Hobbes, el pensador inglés del siglo XVII. Pero el norteamericano aborda la cuestión a través de la amistad de dos escritores, haciendo algo así como una buddy novel metaliteraria. En definitiva, un juego formal que no excluye la facilidad, porque el señor Auster siempre nos ha hecho libros de los que se pueden leer en el metro. En su día me pareció una bonita historia sobre la amistad, la literatura y la fatalidad, pero de eso hace mucho. Ahora Paul Auster vive retirado en mi asilo-balneario de ídolos caídos donde juega cada tarde al bridge con Javier Marías.

1/6/11

Invisible

"Le estreché la mano por primera vez en la primavera de 1967. Por entonces yo era un estudiante de segundo curso en Columbia, un muchacho sin formar con ansia de libros y la creencia (o ilusión) de que algún día tendría las suficientes cualidades para considerarme poeta, y como leía poemas, ya conocía a su tocayo del Infierno de Dante, un muerto que iba arrastrando los pies por los últimos versos del canto veintiocho del Inferno. Bertran de Born, el poeta provenzal del siglo XII, que llevaba cogida del pelo su cabeza cortada, haciéndola oscilar de un lado a otro como un farol: sin duda una de las imágenes más grotescas de ese extenso catálogo de alucinaciones y tormentos. Dante era un defensor incondicional de los escritos de De Born, pero lo redujo a la condenación eterna por haber aconsejado al príncipe Enrique que se rebelara contra su padre, el rey Enrique II, y como el poeta originó la división entre padre e hijo convirtiéndolos en enemigos, el ingenioso castigo de Dante fue dividirlo a él mismo. De ahí el cuerpo decapitado que va gimiendo por el inframundo, preguntando al viajero florentino si puede haber dolor más terrible que el suyo."

(Paul Auster, Invisible, Anagrama 2011, 282 pág.)

Estas son las primeras líneas de la novela. Decía Italo Calvino que lo mejor de una narración es su inicio, porque abre un universo de posibilidades.

25/11/10

El libro de las ilusiones

El mundo estaba lleno de pequeñas cavidades, aberturas sin sentido, vacíos microscópicos que la mente podía cruzar, y una vez que se estaba al otro lado de esos huecos, uno se liberaba de sí mismo, se liberaba de la vida, se liberaba de la muerte, se liberaba de todo lo que le pertenecía. Por casualidad, yo me había encontrado con uno de ellos aquella noche en mi cuarto de estar. Apareció en forma de revólver, y ahora que yo estaba dentro de aquel revólver, me daba igual salir de él o no. Me sentía enteramente tranquilo y absolutamente enloquecido, totalmente preparado para aceptar lo que ofrecía el momento. Es rara una indiferencia de tal magnitud, y como sólo puede lograrla alguien que esté dispuesto a dejar de ser lo que es, exige respeto. Inspira un temor reverente en quienes la contemplan.

(Paul Auster, El libro de las ilusiones, Compactos Anagrama 2005, 338 páginas)

El Auster más novelesco: entretenido e incluso fascinante aunque a veces roce el límite de lo inverosímil. Buena edición de bolsillo. Vale la pena.

22/10/08

La noche del oráculo (Paul Auster)




Recuerdo la primera vez que vi a Paul Auster en televisión, allá por los años 90, quizás su mejor momento: un hombre de voz espesa y gafas oscuras (la entrevista se la hicieron en un lugar muy soleado), un tipo que rezumaba glamour, muy por encima de la media del ambiente literario, lleno de gente poco fotogénica (digámoslo así). El Auster que ha venido a España a promocionar su última novela ya ha cumplido los 60, empieza a parecer anciano (ciertos gestos, cierta indolencia), es un hombre que tiene mucho más en el pasado que por delante.

La noche del oráculo cuenta la historia de Sidney Orr, un escritor neoyorquino que acaba de sobrevivir a una enfermedad muy grave. En la convalecencia intenta volver a escribir y crea el personaje de un editor al que le llega una novela inédita de una escritora ya muerta. Esa novela se titula también La noche del oráculo. Auster nos lleva así en un juego de ficción dentro de la ficción, con continuas pequeñas historias que aparecen como subtramas que se vuelven a bifurcar, un entramado agradable de leer que no apabulla con el empaque de las grandes obras.
Ed. Anagrama, 257 pág.

El bebé de Miriám

Título: En el nombre de la madre ( In nome della madre ) Autor: Erri de Luca Año de aparición: 2006 Edición: Ediciones Siruela, 107 pági...