
(Umberto Eco, Baudolino, Debolsillo 2010, 637 pág.)
La Edad Media, idílica y siniestra, es el punto de partida de esta novela. A lo largo de sus páginas vemos ese mundo que Umberto Eco conoce tan bien: emperadores, cruzados, teólogos, caballeros y, además, el Preste Juan. A partir de ahí la novela histórica se convierte en fantástica a lo Tolkien. Incluye fragmentos como el citado, una obvia alusión al Aleph de Borges. Magnífica.