
(G. K. Chesterton, El candor del padre Brown, Alianza Editorial 2010, 317 pág.)
Los personajes, salvo el del padre Brown, son esquemáticos. Las tramas resultan de una verosimilitud anticuada. De pronto, en medio de la pesquisa criminal, surge un problema espiritual, una tensión religiosa que el padre Brown resuelve al tiempo que identifica al asesino. Chesterton, como después Evelyn Waugh y Graham Greene, practicó la apología del catolicismo, ese género tan inglés. Mientras tanto, nos obsequia con fragmentos tan agradables como el que antecede este comentario.
1 comentario:
Excelente post, profundo, conmovedor lograste transmitir bastante interés para seguir por el camino.
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