Publicado
en 2008 (al comienzo de la crisis), el libro advierte nada más
empezar que no pretende ser un alegato antiglobalización o a favor
del movimiento de los consumidores. Acto seguido habla de la
compra-venta de sangre, de la pesca ilegal, del cambio climático, la
industria de la prostitución, el renacimiento de la piratería, la
mafia calabresa, la búlgara... Los éxitos de tan apabullante acumulación inducen a
pensar que quizás esos canallas sí
han entendido
de qué va el capitalismo.
“Mientras
que Africa y el sudeste asiático quizá sean azotados por mareas y
olas de proporciones bíblicas, algunos países industrializados del
norte se beneficiarán del calentamiento global. Siberia y la tundra
del noroeste del Canadá se convertirán en fértiles tierras para la
agricultura. Las playas arenosas del oeste de Escocia se convertirán
en una nueva Riviera.”
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