27/9/11

Belén Gopegui: Acceso no autorizado

Belén Gopegui nació en Madrid en octubre de 1963 (es unos días más joven que el que suscribe). Es hija del físico Luis Ruiz de Gopegui, que fue director de la estación de seguimiento de Fresnedillas y responsable de las actividades de la NASA en España en los tiempos de las misiones Apollo y Skylab.


Ha sido durante casi 20 años una autora de Anagrama. Ahora aparece su primera novela en Mondadori, Acceso no autorizado. Belén Gopegui vuelve en ella al que quizás sea su tema preferido, el poder. Pero en lugar de referirse a los efectos del poder, los modos de vivir, o malvivir, de los que se quedan al margen de sus beneficios, esta vez coloca de coprotagonista a una vicepresidenta del gobierno. El otro coprotagonista es un abogado hacker que logra penetrar en el ordenador personal de la vicepresidenta. El mayor logro de la novela puede ser haberla publicado con licencia Creative Commons en una multinacional como Mondadori.

Si tuviese que recomendar una novela de Gopegui sin duda sería El padre de Blancanieves, en la que prefiguraba lo que ahora llamamos Movimiento 15M: líneas de desequilibrio e insatisfacción en una sociedad aparentemente rica y funcional que han acabado haciendo masa crítica en el ambiente de crisis económica (Está disponible en pdf). El título hace referencia, obviamente, al cuento infantil, en el que hay un personaje muy importante del que apenas se habla: el que introduce a la madrastra y sus hijas abusadoras en la casa, el que parece no darse cuenta de la situación que se ha creado y se está desarrollando bajo su techo.

La militancia política siempre ha sido un lujo pero la comunista, desde la desaparición de la Unión Soviética, está entre el heroísmo y lo dandy. Quizás por ello sea la causa de Belén Gopegui.

17/9/11

La ofensa

Aunque por tradición familiar y expreso deseo de su padre Kurt Crüwell debería haberse hecho cargo de un reputado negocio de sastrería en el número 64 de la Gütersloher Strasse, en la ciudad de Bielefeld, no muy lejos del frondoso Teotoburger Wald y a escasas manzanas de donde décadas más tarde, entre 1966 y 1968, el aclamado arquitecto de Cleveland Philip Johnson levantaría la célebre Kunsthalle, lo cierto es que el 1 de septiembre de 1939 un suceso no por esperado menos traumático vino a cambiar sus plácidos sueños de propietario -amén de una futura posición de privilegio en el seno de la sociedad pequeñoburguesa bielefeldiana- por un destino mucho menos plácido y azaroso en grado sumo.


(Ricardo Menéndez Salmón, La ofensa, Seix Barral 2007, 142 pág.)

9/9/11

Luis Racionero


Lo anecdótico para mí pone en evidencia que hay sucesos que guardan entre sí una conexión no causal que Jung llama sincronicidad: es como una inercia que los hace aproximarse y configurar un conjunto significativo que nada tiene que ver con causa y efecto. Hay sucesos que se buscan, se reconocen y se atraen en el nagual de lo increado, para emerger unidos. "El principio de sincronicidad postula que los elementos de una coincidencia improbable están conectados por simultaneidad y significado. Si aceptamos que los experimentos de percepción extrasensoriales -dice Jung- son hechos establecidos, debemos concluir que, además de la conexión entre causa y efecto, hay otro factor en la naturaleza que se expresa en la estructuración de los sucesos y que aparece como significado".

(Luis Racionero, Memorias de un liberal psicodélico, RBA)

5/9/11

Mao II


                                                    
Cuando se disponía a salir de la librería vio entrar a un hombre vestido con una chaqueta deshilachada, la barba salpicada de saliva escarchada y la frente marcada por varias contusiones antiguas, reblandecidas y despellejadas. Los presentes se tornaron inmóviles, cuidando de mantenerse fuera de la zona de posible infección. El hombre buscó alguien a quien dirigirse. La sala era grande y luminosa, llena de figuras congeladas que desviaban la mirada. En la calle, rugía el tráfico. El tipo llevaba una de las perneras del pantalón remetida bajo una vieja bota de goma; la otra colgaba hecha jirones. Del entresuelo acudió un guardia de seguridad y el hombre alzó ambas manos en gesto de explicación.
           -He venido a firmar mis libros -dijo.

(Don DeLillo, Mao II, Seix Barral 2008, 319 pág.)

El bebé de Miriám

Título: En el nombre de la madre ( In nome della madre ) Autor: Erri de Luca Año de aparición: 2006 Edición: Ediciones Siruela, 107 pági...