Eloy Sánchez Rosillo
Puede ser que te digas: “El verano que viene
quiero volver a Italia”, o “El año que hoy empieza
tengo que aprovecharlo; con un poco de suerte
acabaré mi libro”, y también: “Cuando crezca
mi hijo, ¿qué haré yo sin el don de su infancia?”.
Pero el verano próximo, en verdad, ya ha pasado;
terminaste hace muchos años el libro aquel
en el que ahora trabajas; tu hijo se hizo un hombre
y siguió su camino, lejos de ti. Los días
que vendrán ya vinieron. Y luego cae la noche.
A la vez respiramos la luz y la ceniza.
Principio y fin habitan en el mismo relámpago.
3 comentarios:
Uf, gracias. Me ha encantado.
¡Vaya! Una invitación a otra copa de vino. Total, ya me la debo haber tomado...
Deborah, me encanta que te encante.
SBP, que sean dos pero, commo diría Rosillo, cuidado con la resaca.
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