30/9/08

Los narradores, los autores de fábulas milesias, hacen como los carniceros, exponen en su tabanco pedacitos de carne que las moscas aprecian. Mucho me costaría vivir en un mundo sin libros, pero la realidad no está en ellos puesto que no cabe entera.

Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano

24/9/08

Adán y Eva entendieron y obedecieron a Dios y a la serpiente, se hicieron como dioses y murieron; nadie les mintió, pues de lo que se trataba era de abandonar de una vez el Jardín para dejar de ser animales y hacerse libres. Comprender la Ley desde la libertad es pecar contra ella, como hemos dicho: la libertad siempre es culpable, no eventual y casualmene, sino esencialmente y a a perpetuidad.

Fernando Savater, La tarea del héroe

19/9/08


Si un recuerdo no era una cosa, sino el recuerdo de un recuerdo de un recuerdo, espejos colocados en paralelo, lo que el cerebro te decía ahora sobre lo que presuntamente había sucedido entonces estaría modificado por lo que había ocurrido entre medias. Era como un país rememorando su historia: el pasado nunca era solamente el pasado, era lo que hacía al presente apto para vivir consigo mismo.

Julian Barnes, Inglaterra, Inglaterra

13/9/08

El planteamiento optimista sostiene que lo que al hombre le falta se está de hecho dando en el mundo y sustentándolo. Para el pesimista, lo que le falta al hombre nadie lo tiene en este mundo. Ahora bien, el nivel más hondo y radicalmente trágico es el que niega que al hombre le falte nada. A lo largo de toda la historia de la filosofía, nunca se ha logrado formular precisamente lo que falta, quizá porque en el momento en que se formulase, ya lo habría...

Fernando Savater, La tarea del héroe

11/9/08

Padre mantenía el control escribiendo en su diario. Ese también era un sistema, el sistema del lenguaje y la conceptualización. Un sistema que propone que los seres humanos, a través del acto de dar un testimonio, garantizan la existencia de momentos y lugares diferentes al momento y al lugar en el que se encuentran.

E.L. Doctorow, Ragtime

7/9/08

Mi hermana volvió a casa mordiéndose por dentro para no llorar. Encontró a mi madre en el comedor, con un traje dominical de flores azules que se había puesto por si el obispo pasaba a saludarnos, y estaba cantando el fado del amor invisible mientras arreglaba la mesa.

Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada

El bebé de Miriám

Título: En el nombre de la madre ( In nome della madre ) Autor: Erri de Luca Año de aparición: 2006 Edición: Ediciones Siruela, 107 pági...